Los grandes clubes de Buenos Aires miran con mucho respeto el talento natural de los jóvenes futbolistas tucumanos. Y además, consideran que tienen una fuerza interior que les permite adaptarse rápidamente a otro contexto. “Los talentos tucumanos tienen ese amor propio de los argentinos cuando se van a vivir al extranjero, que los lleva a dejar todo”, comentó el entrenador Miguel Brandán, director de la escuela de fútbol que lleva su nombre, y que funciona en Colombres, en el departamento de Cruz Alta.
“En las escuelas de fútbol, así como en los clubes locales, hay muchos chicos que tienen condiciones naturales y que sorprenden a cualquiera. Ocurre que muchos de ellos nacen y viven en contextos sociales difíciles, con familias que tienen problemas laborales y económicos. Esto afecta el estado de ánimo de los chicos, su desarrollo físico y, en consecuencia, su rendimiento deportivo”, analizó el técnico.
Sobre este punto, Brandán advirtió que lo que falta para potenciar las capacidades naturales de los talentos, y para que puedan saltar a Buenos Aires y después a Europa -y por qué no para competir a un nivel de elite-, es que los clubes tucumanos mejoren sus estructuras. “Con los elementos adecuados, como un gimnasio, por ejemplo, que hoy es fundamental, las escuelas de fútbol y los clubes pueden mejorar la formación de los talentos sin tener que pasar por Buenos Aires”, opinó.
Planificación a largo plazo
Para potenciar la etapa formativa es clave el compromiso de los dirigentes del fútbol local. Según el profesor de Educación Física, Ariel Santillán, quien también se desempeña como entrenador en escuelas de fútbol, la dirigencia de los clubes no presta atención a las necesidades de los jóvenes talentos que se entrenan en las equipos de las divisiones infantiles y juveniles.
Además, señaló que los equipos tucumanos que compiten en torneos de la AFA contratan jugadores de otras provincias para reforzarse, en lugar de generar oportunidades para los jóvenes de Tucumán. “Sin faltarle el respeto a nadie, los clubes importan laterales por izquierda, por ejemplo, o traen jugadores que no tienen lugar en sus clubes de origen -graficó-. Esto implica destinar más presupuesto para pagarles, que podría utilizarse para formar jugadores”,
“No hay dudas de que en Tucumán pueden surgir futbolistas del nivel de Lionel Messi. Pero el mayor déficit radica en los dirigentes. La gran mayoría de los niños sueña con vestir la camiseta de Atlético o de San Martín, los clubes más reconocidos. Sin embargo, hace años que nuestros equipos no promueven un jugador que se destaque en el plano internacional”, analizó. “La dirigencia se desentiende de los jugadores infantiles. No apuesta a sus chicos. No le preocupa ni cómo se alimentan, ni cómo viven, si se educan o no, o si tienen plata para ir a entrenarxd”, cuestionó.
Santillán sostuvo que estas son las condiciones que deberían cambiar para potenciar el talento de potrero que tiene Tucumán. “Los clubes necesitan un plan a mediano y a largo plazo para parecerse a las grandes canteras que hay en el país -enfatizó-. Paradójicamente, Messi fue un olvidado más de las inferiores de un club argentino”.